Las
lesiones en el rugby son comunes, ya que el cuerpo está sometido a diferentes
fuerzas y movimientos. Sin embargo, se pueden prevenir muchas de ellas
siguiendo un conjunto de principios básicos del rugby:
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Entrada
en calor
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Elongación
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Entrenamiento
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Recuperación
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Nutrición
Durante
la entrada en calor, los jugadores realizan una actividad física intensa antes
de participar en una más extenuante. De esta manera se aumenta la temperatura
corporal y muscular, previniendo desgarros y otras lesiones. La intensidad y
duración de la entrada en calor variará según el estado físico del jugador, las
condiciones climáticas y la actividad que se realizará a continuación.
Juan Casajús |
En
la elongación, se tiene por objeto mejorar el rango de movimientos de un grupo
de articulaciones o de una en particular, mejorando la flexibilidad del
jugador. Una buena elongación consiste en 3 o 4 sesiones de 30 segundos por
músculo. Juan Casajús, Profesor de Educación Física, Licenciado en Alto
Rendimiento Deportivo y Educador IRB, en una columna brindada a la página
rugbylitoral, afirma que: “Algunos jugadores de Rugby cometen el común error de
elongar los músculos fríos antes de comenzar los ejercicios, en vez de primero
elevar la temperatura corporal con alguna actividad que involucre al cuerpo en
forma muscular general, como por ejemplo breves caminatas, progresivas
corridas, por cinco y hasta ocho minutos, donde el cuerpo deje evidente un
principio de sudoración. En este momento el cuerpo elevó entre dos y cuatro
grados su temperatura y los músculos pueden ser elongados con seguridad”. Y
agregó: "los estiramientos permiten la mantención de la amplitud
total y normal del movimiento en cada articulación con una fuerza, resistencia
y potencia adecuada durante toda la amplitud, reduciendo las chances de
experimentar una lesión inducida por el ejercicio mismo".
El entrenamiento, es donde el jugador desarrolla su
resistencia a intervalos de alta densidad, refuerza la musculatura, mejora su
flexibilidad y agilidad, entrena sus habilidades en el campo y, además, entrena
su habilidad visual. La preparación física es fundamental, tal como lo marca
Enzo Vigliano, segunda línea del club Los Tilos, al afirmar que “el rugby se
está volviendo cada vez más físico y si uno no está preparado para un nivel
competitivo, corre el riesgo de lesionarse”. Agrega: “como es un deporte
amateur, depende mucho de cómo se lo tome la persona, puede llegar a haber un
riesgo mayor. En la medida que todos estén preparados físicamente de la misma
manera, va a bajar el número de lesiones”. Juan Casajús también remarca la
importancia del diseño de las rutinas de entrenamiento al sostener que "Los trabajos en sobrecarga de manera gradual son importantes,
fundamentalmente en los referidos al tronco y el núcleo corporal. De ahí el
anclaje hacia las extremidades. El rugby moderno indica que los biotipos y
formas de entrenamiento son de cuerpo equilibrados y balanceados y no como
antes con trabajo solo en brazos".
Tener una buena nutrición
antes y después del ejercicio asegura un rendimiento y recuperación óptima y
además, ayuda a prevenir lesiones.
La evolución reglamentaria,
también ha colaborado para disminuir el número de lesiones, Vigliano rescata
que “se ha avanzado en las formaciones del scrum y el ruck, haciendo que sean
menos riesgosas. Se comenzó a penalizar más a las infracciones en el ruck”.
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