Entender que las definiciones no son determinaciones cerradas que indican inescindiblemente la realidad de las cosas es un paso importante para darle nuestra propia impronta a nuestro trabajo. Basándonos en esta consideración nos permitimos adelantar que, si bien existen definiciones de “deporte de riesgo”, no adherimos a ninguna, e intentaremos darle forma a una definición propia que servirá de eje para la investigación.
El diccionario de la Real Academia Española no tiene una
definición de “deporte de riesgo”. Sin embargo define cada una de esas palabras
individualmente. Respecto del deporte lo define como “Actividad física ejercida
como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a
normas”. Si bien no es la concepción de deporte más aceptada por la comunidad
académica, pues no prevé la institucionalización de la actividad e incluye a
los juegos como deporte, no resulta tan desacertada para ser una definición de
diccionario. Respecto del riesgo, la Real Academia lo determina como la
“Contingencia o proximidad de un daño”. De esta forma la conjunción de ambas
definiciones deja concretado al deporte de riesgo como:
“La Actividad física
ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y
sujeción a normas, con posibilidades próximas de producir un daño”.
La famosa página web de definiciones Wikipedia, en cambio,
define al deporte de riesgo como:
“Todos
aquellos deportes o actividades de ocio, o profesional con algún componente
deportivo que comportan una real o aparente peligrosidad por las condiciones
difíciles o extremas en las que se practican”.
En primera instancia no creemos que cualquier actividad
de ocio con “algún componente deportivo” pueda considerarse deporte. En segundo
lugar considerar como deporte de riesgo a aquél que configure una “aparente
peligrosidad” no nos conforma, máxime porque a lo largo de esta investigación
trataremos de llegar a la conclusión si existe una real peligrosidad, una alta
probabilidad de sufrir graves daños y no sólo si el rugby “aparenta” ser
peligroso, con lo que el hecho de que un deporte aparente peligrosidad no nos
resulta óbice para incluirlo en la definición de “deporte de riesgo”.
Podrían darse muchos otros ejemplos de definiciones
intentadas, especialmente en páginas webs, pero hemos preferido orientarnos
directamente hacia la formulación de nuestra propia definición. Para ello
primero diremos que consideramos al deporte como aquella “actividad física e
intelectual, institucionalizada y reglada” .En lo que respecta al “Riesgo”
queremos dejar en claro que no creemos que deporte de riesgo y deportes
extremos signifiquen lo mismo, lo que no es un dato menor dado que muchas
fuentes lo utilizan como sinónimos. A nuestro criterio los deportes extremos
son aquellos que cada vez que se practica se pone en peligro la vida. Ejemplos
de este tipo de deportes serían Motocross, Supercross, Apnea, Carving, etc, en cambio, la
característica de riesgoso tiene relación con la posibilidad fehaciente de producirse daños en la salud (lesiones) entendido en comparación con otros deportes.
Por ende entendemos como deporte de riesgo:
Toda aquella actividad física e
intelectual, institucionalizada y normada cuya sola práctica comprende la
posibilidad fehaciente de producirle al deportista un daño grave a la salud o
de particular importancia, por las propias características de la actividad.
Es importante aclarar qué significa “particular
importancia” o la característica de “gravedad” en las lesiones. Creemos que,
por no ser profesionales de la medicina y por no contar con los conocimientos
suficientes, no podemos encuadrar un parámetro objetivo de determinación de
este concepto. Sin embargo entendemos que una lesión será “importante” o grave
cuando pueda producir efectos colaterales futuros, incapacidades de
temporalidad duradera o permanente o, incluso, la muerte.
También es necesario decir que no creemos que la base de la
definición esté dada en datos estadísticos, pues no son la cantidad de lesiones
las que nos dan los parámetros de que un deporte es de riesgo, sino la
fehaciente posibilidad de que, por las características de la actividad (el gran
contacto que hay en el rugby, las altas velocidades en las que se corren en el
automovilismo junto con el hecho de utilizar un auto, etc), se puedan producir
graves lesiones. Si bien, en la mayoría de los casos, las cifras estadísticas
coinciden con la clasificación de un deporte como de riesgo.
De esta forma, nos animamos a convertirnos en creadores de
un concepto, que podrá ser aceptado o dejado, pero que es al que remitiremos cada
vez que hablemos de deporte de riesgo en este trabajo.
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