Proyecto Smart


               


          Smart Rugby es un programa que nació en Australia con el fin de realizar el entrenamiento de la actividad con una mayor seguridad y sin contacto físico, para así, evitar lesiones que se generen por la mala ejecución de las situaciones de juego. La Unión de Rugby de Buenos Aires adoptó este proyecto y, desde 2009, es obligatorio y se lleva a cabo en todas las categorías de los equipos afiliados.
                 
                  El programa tiene varios puntos importantes, la capacitación de entrenadores como factor primordial y obligatorio, que aplicarán técnicas de entrenamiento para todos los niveles y edades. Intentará que los jugadores tomen conciencia y respeten a sus contrincantes, dándole importancia a la seguridad de sus compañeros y oponentes. Así también, busca una colaboración por parte de los clubes que serán fundamentales para la ejecución positiva del proyecto y que tendrán una responsabilidad legal vinculada con la seguridad en el rugby.
                
                De esta manera cada club propondrá dos capacitadores que serán preparados por la URBA y serán los responsables de supervisar la correcta realización del programa en cada institución. A su vez, cada uno transmitirá a sus jugadores el programa técnico previamente diseñado por la Unión de Rugby de Buenos Aires, que se aplicará en el entrenamiento durante todo el año y también técnicas adicionales para jugadores inexpertos de cualquier edad.
                
              La idea es disminuir la cantidad de lesiones producidas por el uso de una técnica deficiente, muchas de ellas se generan por el tackle, scrum, line- outs y salidas. Por eso, Smart Rugby atacará de lleno a la correcta posición del cuerpo en cada formación y también designarle a cada jugador el puesto correspondiente a su edad, experiencia y contextura física.
                
               Otra característica es la de la preparación física obligatoria, con un programa que le dará su entrenador, durante el receso. Además los jugadores que se encuentren lesionados volverán a la actividad luego rehabilitación adecuada previo una consulta médica. Se recomienda la utilización de los protectores habilitados por la IRB, un buen precalentamiento y relajación post partido.
                 
            Para finalizar, la aplicación de este tipo de programas promueve una evolución del rugby a nivel local, evitando situaciones desleales, lesiones innecesarias, enalteciendo el espíritu del rugby y obligando a las instituciones a tomar conciencia sobre la importancia que tienen a la hora de capacitar a sus jugadores.

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